Un árbol es oxígeno, madera, papel, cuadernos, lápices, y hasta el mango de las herramientas que utiliza el jardinero, el carpintero y papá para arreglar las imperfecciones de la vida cotidiana… Así es, los árboles son muy importantes para el planeta por todo lo que nos aportan, así que no nos extraña que se conmemore un día en su honor.
Los árboles protegen al suelo del aire, el agua y el Sol; también filtran la lluvia que va al subsuelo. Pero lo más importante es que gracias a su fotosíntesis, proporcionan el oxígeno que nos permite respirar y estar vivos. Por eso y mucho más, es sumamente importante que protejamos a los árboles y plantas de la destrucción humana.
Purifican el aire y contribuyen a la reducción del calentamiento global de la tierra
Proveen sombra en lugares de alta exposición solar. Con el crecimiento de sus raíces, airean la tierra, contribuyendo al mejoramiento de la textura y estructura del suelo.
Desempeñan una función vital en la regulación de los ciclos climáticos e hidrológicos. Sirven de alimento y refugio a multitud de seres vivos, incluyendo a los seres humanos, iniciando así las innumerables cadenas alimenticias. Dependiendo de la especie, proveen frutas para alimento y diferentes materias primas para la elaboración de productos como caucho, corcho, tinturas, fibras y telas, aceites y medicamentos. El látex se utiliza para fabricar neumáticos, tubos, prendas de vestir, goma y cola.
Los árboles son parte predominante del ecosistema de los continentes debido a que previenen la erosión, constituyendo los elementos primordiales del paisaje, la agricultura, los llamados ecosistemas forestales, los bosques y las selvas, además de encontrarse dispersos en ambientes como las sabanas o las orillas fluviales.
La Humanidad se encuentra en un punto de inflexión ambiental en el cual se requiere retomar un poco el sentir que predominó en las culturas ancestrales el entorno era un lugar de pertenencia, de correspondencia. El hombre estaba ligado a la naturaleza y esta relación le daba significado a su vida. Las montañas, los ríos y las nubes eran contemplados como algo maravilloso y con vida. Dentro de este concepto, el árbol tenía un sentido sagrado: representaba una vida inagotable, los bosques eran inmortales al perpetuarse a través de los siglos, al ser fuente inagotable de recursos para la Humanidad.
Por ello, es necesario retomar buena parte del respeto que el árbol representó para las antiguas civilizaciones. Recordar como muchas de ellas desaparecieron por no respetarlo, como el caso de la civilización maya, que en el abuso de la tala de los árboles cuyos troncos se utilizaron para la elaboración del estuco, material de construcción empleado en sus edificaciones, terminó por secar las fuentes de agua y con la ausencia de ella, decretar la sequía que originó la desaparición de su gran cultura.
Juliana Ramírez
Lic. Trabajo Social
UNMSM
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